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LA RÁPIDA IMPLEMENTACIÓN DEL TRATADO DE PROHIBICIÓN DE MUNICIONES EN RACIMO SALVA VIDAS

Un informe publicado por el Monitor de Minas Terrestres y Municiones en Racimo muestra que la Convención sobre Municiones en Racimo– un tratado legalmente vinculante que prohíbe estas armas y que entró en vigor el 1 de agosto de 2010- salva vidas civiles.

Siete países que se han unido a la Convención ya han completado la destrucción de sus existencias de municiones en racimo, mucho antes de los plazos establecidos, destruyendo más de 13,8 millones de submuniciones contenidas en 176 000 municiones en racimo. Al menos otros once países están destruyendo sus existencias actualmente.

La Convención obliga a los Estados Parte a poner fin al empleo, la producción y la transferencia de municiones en racimo inmediatamente, a destruir las municiones en racimo almacenadas en un plazo de ocho años a partir de la fecha en que se unen a la misma, a limpiar las áreas contaminadas con municiones en racimo en un plazo de 10 años y a asistir a las víctimas de estas armas.

Entre los 108 países que han firmado la Convención, 38 han empleado, exportado o almacenado estas armas. De estos países signatarios, 42 han ratificado la Convención y 10 ya han sancionado leyes nacionales para implementarla.

Durante las últimas seis décadas las municiones en racimo han sido empleadas en 39 países y áreas por al menos 18 gobiernos. Desde que la Convención se abrió a la firma en diciembre de 2008, ha habido una única imputación seria de uso de munición en racimo por parte de Estados Unidos en un supuesto campo de entrenamiento de al-Qaeda en Yemen en diciembre de 2009. El gobierno de E.E.U.U. aún no ha confirmado ni negado esta acusación, y ni E.E.U.U. ni Yemen se han unido a la Convención.

En el 2009 se limpiaron al menos 38 km2 de tierra, un área de un tamaño aproximadamente similar al de Chiang Mai, Tailandia, destruyéndose más de 55 156 submuniciones sin estallar. Los Estados Parte Albania y Zambia han anunciado la finalización de sus programas de remoción. La limpieza de las áreas contaminadas impedirá que se produzcan miles de víctimas. Sin embargo, de acuerdo con Stuart Casey-Maslen, del Monitor, “mientras que existen programas de acción contra las minas en la mayoría de los estados y áreas afectados por municiones en racimo, su alcance y productividad debe aumentar para limpiar las áreas más rápidamente y salvar vidas.”

La contaminación con municiones en racimo persiste en al menos 23 países, incluyendo 14 que se han unido a la Convención, así como en tres territorios en disputa. Las regiones más afectadas son el Sudeste Asiático y Europa, mientras que los países y áreas con mayor contaminación incluyen a la República Democrática Popular Lao, Vietnam, Irak, Camboya, Líbano, Serbia, Nagorno-Karabaj y Sáhara Occidental.

En el 2009 se confirmaron 100 nuevas víctimas de municiones en racimo en nueve estados y un territorio; la mitad ocurrieron en sólo dos países, República Democrática Popular Lao y Líbano, en ambos casos, países que se habían unido a la Convención.

Hasta finales de 2009 se habían registrado 16 816 víctimas de municiones en racimo en al menos 27 países y tres territorios, incluyendo 15 países que se habían unido a la Convención. Debido a la falta de información, el número real de víctimas de municiones en racimo podría llegar a 85 000 en todo el mundo. De acuerdo con Katleen Maes del Monitor, “se necesita una ayuda rápida y eficiente a las víctimas. La Convención provee disposiciones pioneras en lo referente a asistencia a las víctimas y si los estados cumplen con sus obligaciones éstas pueden mejorar significativamente la vida de los sobrevivientes, sus familias y sus comunidades.”

En el 2009 siete países reportaron un total de USD 13,2 millones en financiación relacionada con las municiones en racimo, incluyendo USD 4,15 millones a través del Fondo Fiduciario para Actividades Relativas a las Municiones en Racimo para la República Democrática Popular Lao.

Este es el primer informe del Monitor de Municiones en Racimo, la publicación asociada con el informe Monitor de Minas Terrestres, publicado anualmente desde 1999.