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Media Kit Archives » Banning Cluster Munitions: Government Policy and Practice » Prohibiendo las municiones en racimo: política y práctica de los gobiernos - SÍNTESIS DE HECHOS

Desde que la Convención sobre Municiones en Racimo se abrió a la firma el 3 de diciembre de 2008, un total de 96 países la han firmado, incluyendo 35 estados que habían usado, producido, almacenado o exportado estas armas con anterioridad. Entre los signatarios se cuentan 20 de los 28 estados miembros de la OTAN y 14 países que se han visto afectados por las municiones en racimo, como Afganistán, el Líbano y la República Democrática Popular Lao.

A la fecha, siete países signatarios han ratificado la Convención sobre Municiones en Racimo: Austria, Irlanda, México, Noruega, la República Democrática Popular Lao, la Santa Sede y Sierra Leona. Se necesitan 30 ratificaciones para que se produzca la entrada en vigor de la convención seis meses después.

Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial las municiones en racimo han sido usadas en 33 países y territorios en disputa. El uso más reciente se produjó en agosto de 2008 cuando tanto fuerzas rusas como georgianas emplearon estas armas en Osetia del Sur, matando o hiriendo a por lo menos 70 civiles. Prohibiendo las municiones en racimo destaca que Estados Unidos, Israel y Rusia, países que más han empleado municiones en racimo, no han firmado la convención. El informe también detalla otras instancias menos conocidas de empleo de municiones en racimo, entre las que se incluyen el uso de estas armas por parte de EE.UU. durante la invasión a Granada en 1983 y el empleo de municiones en racimo por parte de Nigeria en Sierra Leona en 1997 como parte de la operación de mantenimiento de la paz de ECOMOG.

Un total de 34 estados han desarrollado o producido más de 200 tipos de municiones en racimo. Catorce de esos estados han firmado la Convención sobre Municiones en Racimo, renunciando a cualquier producción futura. Se cree que un total de 17 países no signatarios continúen produciendo estas armas hoy: Brasil, China, Corea del Norte, Corea del Sur, Egipto, Eslovaquia, EE.UU., Grecia, India, Irán, Israel, Pakistán, Polonia, Rumania, Rusia, Singapur y Turquía. Otros tres países no signatarios—Argentina, Irak y Serbia—aparentemente ya no producen municiones en racimo.

Se cree que un total de 79 países cuenten con reservas de municiones en racimo, incluyendo 31 países signatarios de la Convención sobre Municiones en Racimo. Las reservas totales mundiales de submuniciones que contienen las municiones en racimo probablemente llegan a los miles de millones. Sólo EE.UU. posee entre 730 millones y mil millones de submuniciones. Varios países signatarios, incluyendo a Alemania, Austria, Bélgica, Canadá, Colombia, Francia, Noruega, los Países Bajos, el Reino Unido y Suiza han iniciado el proceso de destrucción de sus reservas de municiones en racimo. España completó la destrucción de sus reservas en marzo de 2009, y fue el primer país en hacerlo desde la firma de la convención.

Aunque es difícil establecer cuál es el verdadero alcance del comercio mundial de municiones en racimo debido a la falta de información oficial, al menos 15 países han transferido más de 50 tipos de municiones en racimo a por lo menos otros 60 estados. EE.UU. ha transferido cientos de miles de municiones en racimo a por lo menos 30 países.

Los países no signatarios están comenzando a cambiar su política y sus prácticas con relación a las municiones en racimo, a medida que la norma creada por la convención comienza a afianzarse. EE.UU. ha prohibido la exportación de municiones en racimo y Singapur ha promulgado una moratoria sobre la misma. Algunos países no signatarios han impuesto restricciones al posible uso futuro de municiones en racimo, incluyendo a EE.UU., Polonia y Rumania.