Víctimas de las minas terrestres y asistencia a los sobrevivientes
Nuevas víctimas en 2002-2003
El número de sobrevivientes de las minas terrestres continúa
creciendo al registrarse nuevas víctimas en todas las regiones del
mundo.[40] En 2002 y hasta junio de
2003, el Monitor de Minas Terrestres ha descubierto que se registraron
víctimas de las minas terrestres 65 países; frente a los 61
países registrados en el Informe 2002 del Monitor de Minas
Terrestres.[41] El Monitor de
Minas Terrestres también registró víctimas de las minas en
otras siete zonas bajo observación debido a su importante problema con
las minas terrestres.[42] En el
año 2002, se registraron nuevas víctimas de las víctimas de
las minas terrestres en 61 países y las siete zonas. A principios de
2003, se registraron víctimas de las minas en otros cuatro
países.[43]
Víctimas de las minas terrestres de enero de 2002 a junio de 2003
África
Américas
Asia/Pacífico
Europa/Asia Central
Oriente
Medio/
Norte de África
Angola
Burundi
Chad
RD del Congo
Eritrea
Etiopía
Guinea-Bissau
Kenya
Malawi
Mauritania
Mozambique
Namibia
Níger
Rwanda
Senegal
Somalia
Sudán
Uganda
Zambia
Zimbabwe
Somaliland
Chile
Colombia
Ecuador
Nicaragua
Perú
Afganistán
Birmania (Myanmar)
Camboya
China
India
Indonesia
Corea, RPD de
Corea
Laos
Nepal
Pakistán
Filipinas
Sri Lanka
Tailandia
Vietnam
Albania
Azerbaiyán
Bielorrusia
Bosnia y Herzegovina
Croacia
Georgia
Grecia
Kirguistán
ERY de Macedonia
Rusia
Serbia y Montenegro
Tayikistán
Turquía
Ucrania
Uzbekistán
Abjazia
Chechenia
Kosovo
Nagorno-Karabakh
Argelia
Egipto
Irán
Irak
Jordania
Kuwait
Líbano
Siria
Túnez
Yemen
Palestina
Sahara Occidental
En negrita: Los países que no forman parte del Tratado sobre la
Prohibición de las Minas
En comparación con el anterior Informe del Monitor de Minas
Terrestres, ocho nuevos países registraron víctimas de las
minas: Bielorrusia, China, Indonesia, Malawi, Níger, Corea del Norte,
Túnez y Zambia. Cuatro países que habían registrado
víctimas anteriormente, no lo hicieron en este período: Armenia,
Bangladesh, Cuba y Polonia.
Además de los países que declaran haber tenido víctimas
de las minas terrestres, el Monitor de Minas Terrestres registró nueve
países con nuevas víctimas, en 2002-2003, a causa de municiones
sin explotar (MSE) abandonadas en anteriores conflictos: República del
Congo, República Checa, El Salvador, Estonia, Letonia, Lituania, Nigeria,
Polonia y Eslovaquia.
Dimensión del problema
Aunque reconocemos que es imposible saberlo con total certeza, es probable
que se produzcan entre 15.000 y 20.000 nuevas víctimas de las minas
terrestres cada año. A pesar de que se ha avanzado desde la entrada en
vigor del Tratado sobre la Prohibición de las Minas, las minas terrestres
continúan cobrándose demasiadas nuevas víctimas en
demasiados países. Partiendo de la información reunida para el
Informe 2003 del Monitor de Minas Terrestres, está claro que:
Las minas terrestres continúan planteando una amenaza significativa,
duradera e indiscriminada;
Los civiles constituyen la gran mayoría de las nuevas víctimas
de las minas terrestres; sólo el 15 por ciento de las víctimas
registradas en 2002 fueron identificadas como personal militar;
No sólo los países afectados por las minas tienen un problema
con las minas terrestres; ciudadanos de 39 países (15 de ellos libres de
minas) murieron o fueron lesionados por minas terrestres cuanto estaban en el
extranjero.
En 2002-2003, como se muestra en la tabla, siguieron produciéndose
víctimas de las minas en todas las regiones del mundo: en 20
países del África Subsahariana, en 15 países de
Asia-Pacífico, en 15 países de Europa y Asia Central, en diez
países de Oriente Medio y Norte de África y en cinco países
de las Américas. Los conflictos en curso son un problema importante en
algunos de estos países, pero el Monitor de Minas Terrestres ha concluido
que 41 de los 65 países en los que se produjeron nuevas víctimas
de las minas en 2002-2003 no habían sido escenario de ningún
conflicto activo durante el período investigado. En muchos casos, el
conflicto había terminado por lo menos una década antes.
En siete de los ocho países agregados a la lista, esta
inclusión de debe al registro de nuevas víctimas de las minas,
más que a la aparición de un nuevo conflicto o a un conflicto
existente.
Varios países afectados por las minas no han informado de nuevas
víctimas de las minas. Es posible que se produjeran incidentes con minas
en algunos de estos países, sin embargo, se carecía de pruebas
tangibles para confirmar nuevas víctimas.
En 2002-2003, ciudadanos de los siguientes países murieron o fueron
heridos a causa de las minas/MSE cuando participaban en actividades de
desminado, mantenimiento de la paz o de otro tipo en el extranjero:
Afganistán, Albania, Argelia, Australia, Bosnia y Herzegovina, Burundi,
Camboya, Canadá, Croacia, Dinamarca, Francia, Gambia, Alemania, India,
Irak, Italia, Kazajstán, Marruecos, Mozambique, Namibia, Países
Bajos, Nueva Zelanda, Noruega, Pakistán, Perú, Polonia, Rumania,
Rusia, Serbia y Montenegro, Somalia, Sudáfrica, Suiza, Siria,
Turquía, Uganda, Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido, Estados
Unidos y Zimbabwe.
En 2002 y la primera mitad de 2003, los incidentes con minas durante
operaciones de remoción o ejercicios de adiestramiento provocaron
víctimas entre los desminadores y los soldados en Abjazia,
Afganistán, Azerbaiyán, Bielorrusia, Camboya, Colombia, Croacia,
RD del Congo, Georgia, India, Indonesia, Irak, Jordania, Corea del Sur, Kuwait,
Laos, Líbano, Mozambique, Nicaragua, Perú, Filipinas, Rusia
(Chechenia), Eslovenia, Sri Lanka, Tailandia, US, Vietnam y Yemen.
También aparecieron informes sin confirmar de víctimas de
operaciones de desminado en otros países.
Reunión de datos sobre víctimas
El Monitor de Minas Terrestres identificó más de 11.700 nuevas
víctimas de las minas terrestres/MSE víctimas en el año
2002.[44] Estas incluyeron al menos
2.649 niños (23 por ciento) y 192 mujeres (2 por
ciento).[45] Menos del 15 por
ciento de las víctimas registradas se identificaron como personal
militar. Es importante recordar, sin embargo, que la cifra de 11.700
corresponde a las víctimas registradas y no tiene en cuenta a las
muchas víctimas de las que, según se cree, no se informa, como es
el caso de los civiles inocentes que mueren o resultan heridos en áreas
remotas alejadas de cualquier tipo de asistencia o medios de
comunicación.
Es difícil obtener datos exhaustivos sobre las víctimas de las
minas terrestres/MSE, especialmente en los países que están
viviendo un conflicto, con campos de minas en zonas remotas o con escasos
recursos para hacer un seguimiento de los servicios de salud pública.
Las fuentes empleadas para identificar nuevas víctimas incluyen bases de
datos, registros oficiales, registros de hospitales, informaciones de prensa,
estudios, evaluaciones y entrevistas.
La tasa de víctimas registradas disminuyó en 2002, en
comparación con 2001, en la mayoría de los países afectados
por las minas. Cuando se registró un incremento en 2002, éste se
debió aparentemente en general a movimientos de población dentro
de las zonas afectadas (Camboya) o al surgimiento o la expansión de un
conflicto (India y Palestina). En otros países afectados por las minas,
el incremento parece deberse sobre todo a la mejora de la recopilación de
datos: Birmania, Chad, Guinea-Bissau, Irán, Irak, Jordania,
República de Corea, Pakistán y Tailandia. En Chechenia y
Colombia, ambos factores contribuyeron a un aumento significativo del
número de víctimas registradas.
En varios países afectados por las minas, los datos de incidentes
sobre minas o víctimas de las minas se recopilan mediante el Sistema de
Gestión de Información sobre Actividades relativas a las Minas
(SGIAM) u otras bases de datos comparables. De los 65 países y siete
áreas que declararon nuevas víctimas de las minas en 2002-2003,
sólo 25 países y cuatro áreas informaron del uso del SGIAM
u otras bases de datos para reunir los datos sobre víctimas. De
éstos, sólo 18 países y dos áreas facilitaron datos
para todo el año al Monitor de Minas Terrestres. Se considera que no se
declaran todas las víctimas, ni siquiera cuando cuentan con un sistema de
recopilación de datos en funcionamiento. El SGIAM tiene la capacidad de
reunir los datos sobre víctimas de las minas, sin embargo, la falta de
recursos humanos o financieros puede impedir a veces el uso efectivo de este
sistema. Los principales organismos que se ocupan de la reunión de datos
sobre víctimas de las minas son los Centro de Actividades relativas a las
Minas, el CICR, el UNICEF y una serie de ONG.
Aunque el Monitor de Minas Terrestres considera que, en ocasiones, las cifras
de víctimas declaradas son incompletas o se encuentran por debajo del
nivel real, les ofrecemos a continuación una muestra de las cifras
registradas en el año 2002 por países y áreas con bases de
datos establecidas sobre víctimas de las minas:
En Afganistán, 1.286 víctimas registradas, por debajo de las
1.445 de 2001. Se sigue estimando, no obstante, que se produce 150 nuevas
víctimas cada mes;
En Camboya, 834 víctimas registradas, por encima de las 829 de
2001;
En Colombia, 530 víctimas declaradas, un aumento del 145 por ciento
frente a las 216 registradas en 2001;
En Irak, 457 víctimas registradas en los territorios del norte, por
encima de las 360 de 2001;
En Angola, 287 víctimas registradas, por debajo de las 673 de 2001.
Sin embargo, fuentes de las ONG y la ONU han informado de un drástico
aumento de los incidentes provocados por minas;
En Sri Lanka, 142 víctimas registradas, por debajo de las 207 de
2001, aunque los datos son aparentemente incompletos;
En Pakistán, 111 víctimas declaradas, por encima de las 92 de
2001;
En Laos, 99 víctimas registradas, por debajo de las 122 de 2001. Sin
embargo, si la bajada se debe a la disminución de los incidentes o la
reducción de la capacidad para reunir datos;
En Eritrea, 78 víctimas registradas en la Zona Temporal de Seguridad,
por debajo de las 154 de 2001;
En Bosnia y Herzegovina, 72 víctimas registradas, por debajo de las
87 de 2001;
En Etiopía, 67 víctimas declaradas, por debajo de las 71 de
2001 (no se dispone de datos para las regiones de Tigray y Afar);
En Senegal, 56 víctimas declaradas, la misma cifra que en 2001;
En Mozambique, 47 víctimas registradas, por debajo de las 80 de
2001;
En Líbano, 42 víctimas declaradas, por debajo de las 85 de
2001;
En Kosovo, 15 víctimas registradas, por debajo de las 22 de
2001;
En Croacia, 29 víctimas registradas, por debajo de las 30 de
2001;
En Nicaragua, 15 víctimas registradas, por debajo de las 19 de
2001;
En Nagorno-Karabakh, 15 víctimas registradas, por debajo de las 18 de
2001;
En Albania, 7 víctimas registradas, por debajo de las 8 de 2001;
En la ERY de Macedonia, 4 víctimas registradas, por debajo de las 38
de 2001.
En otros países afectados por las minas, los ministerios y los
organismos oficiales, las agencias y las ONG internacionales, los hospitales,
los medios de comunicación y las campañas nacionales de la ICBL
recopilan datos limitados sobre las víctimas de las minas terrestres/MSE.
En algunos casos, los datos disponibles están bastante por debajo de la
cifra estimada de personas muertas o heridas por las minas terrestres cada
año. Por ejemplo, en Birmania, las estimaciones han llegado a 1.500
víctimas anuales. En Chechenia, el Ministerio de Salud publicó
por primera vez datos con cifras de nuevas víctimas de minas o MSE que
superaban las estadísticas de las que se disponía
anteriormente.
En Chechenia, 5.695 víctimas de mines y MSE declaradas, por encima de
las 2.140 de 2001;
En India, 523 víctimas declaradas, por encima de las 332 de
2001;
En Chad, 200 víctimas declaradas, por encima de las 10 registradas
por el SGIAM en 2001;
En Nepal, 177 víctimas civiles declaradas de minas y artefactos
explosivos improvisados, entre ellas 46 niños;
En Vietnam, 166 víctimas declaradas, por debajo de las 237 de 2001.
Sin embargo, se calcula un promedio de 1.110 personas muertas y 1.882 heridas
cada año;
En Burundi, 114 víctimas civiles, por debajo de las 116 de 2001;
En Birmania (Myanmar), 114 víctimas declaradas, por encima de las 57
de 2001;
En Georgia, 70 víctimas declaradas, por debajo de las 98 de
2001;
En Sudán, 68 víctimas declaradas por un número limitado
de fuentes;
En Palestina, 57 víctimas declaradas, por encima de las 20 de
2001;
En Somalia, 53 víctimas declaradas por un número limitado de
fuentes;
En Turquía, 40 víctimas declaradas, por debajo de las 58 de
2001;
En Tailandia, 36 víctimas declaradas, por encima de las 24 de
2001;
En Guinea-Bissau, 33 víctimas declaradas, por encima de las 8 de
2001;
En Irán, 32 víctimas civiles declaradas, por encima de los 18
civiles de 2001;
En RD del Congo, 32 víctimas declaradas, por debajo de las 135 de
2001;
En Yemen, 22 víctimas declaradas, por encima de las 21 de 2001;
En Namibia, 19 víctimas declaradas, por debajo de las 50 de
2001;
En Jordania, 15 víctimas declaradas, por encima de las 8 de
2001;
En la República de Corea, 15 víctimas declaradas, por encima
de las 4 de 2001;
En Tayikistán, 9 víctimas declaradas, por debajo de las 29 de
2001;
En Uganda, 7 víctimas declaradas, por debajo de las 32 de 2001;
En Serbia y Montenegro, 5 víctimas declaradas, por debajo de las 32
de 2001.
Se continuaron registrando víctimas en 2003. Por ejemplo, en
Afganistán, se declararon 412 nuevas víctimas hasta el 30 de
junio; en Bosnia y Herzegovina, 27 nuevas víctimas hasta el 9 de mayo; en
Camboya, 371 nuevas víctimas declaradas hasta finales de mayo; y en Sri
Lanka, 12 nuevas víctimas declaradas en enero. En Irak, la tasa de
víctimas por las minas/MSE aumentó considerablemente durante las
hostilidades. Durante marzo y abril, el número de víctimas de las
minas/MSE registrado aumentó un 90 por ciento en el norte, en
comparación con el mismo período de 2002. En 2003, se registraron
493 nuevas víctimas de las minas/MSE víctimas en la región
septentrional hasta mayo.
Atención a las necesidades de los sobrevivientes
Un incidente relacionado con las minas terrestres puede provocar varias
lesiones graves a una persona, incluidas la pérdida de extremidades,
lesiones abdominales, pectorales y vertebrales, ceguera, sordera y un trauma
psicológico menos evidente no sólo a la víctima del
incidente, sino también a los familiares de los muertos o lesionados.
El Comité Permanente de Asistencia a las Víctimas y
Reintegración Socioeconómica del Tratado sobre la
Prohibición de las Minas promueve un enfoque global e integral de la
asistencia a las víctimas basado en una definición de tres niveles
de las víctimas de las minas. Esto implica que las
“víctimas de las minas” son las personas directamente
afectadas, sus familiares y las comunidades afectadas por las minas. En
consecuencia, la asistencia a las víctimas se considera como una amplia
gama de actividades que benefician a las personas, las familias y las
comunidades.
Sin embargo, en todo el Informe 2003 del Monitor de Minas Terrestres,
el término Asistencia a los Sobrevivientes se utiliza en todos
los informes de países para describir las actividades destinadas a las
personas directamente afectadas por un incidente relacionado con las minas
terrestres. Se utiliza el término sobreviviente para subrayar
esta distinción.
El Tratado sobre la Prohibición de las Minas dispone, en el
párrafo 3 del artículo 6, que: “Cada Estado Parte que
esté en condiciones de hacerlo, proporcionará asistencia para el
cuidado y rehabilitación de víctimas de minas, y su
integración social y económica...”. En muchos países
afectados por las minas, la asistencia disponible para atender las necesidades
de los sobrevivientes es inadecuada y es necesaria, al parecer, asistencia
externa adicional para el cuidado y rehabilitación de los sobrevivientes
de las minas.
El número de sobrevivientes de las minas terrestres/MSE que necesitan
asistencia sigue creciendo cada año. Se desconoce la cantidad exacta de
sobrevivientes de las minas en el mundo, aunque las estimaciones anteriores
indican que podría haber más de 300.000. Se va disponiendo de
más información gracias a los estudios sobre el impacto de las
minas terrestres y el aumento de la recopilación de datos. Por ejemplo,
en Afganistán, la base de datos contiene ahora información sobre
5.405 personas lesionadas en incidentes relacionados con las minas desde 1998.
En Bosnia y Herzegovina, la base de datos registra 3.871 personas lesionadas
desde 1992 y, en Camboya, la base de datos registra 38.875 lesionadas desde
1979.
Además de las nuevas víctimas registradas en 2002-2003, el
Monitor de Minas Terrestres ha identificado otros 42 países con, lo que
en términos médicos se denominan, “casos residuales”
de sobrevivientes de las minas terrestres de años anteriores. En otras
palabras, muchos países que no han registrado nuevas víctimas de
las minas terrestres, cuentan, no obstante, con sobrevivientes de las minas
terrestres de años anteriores que siguen necesitando asistencia. En
consecuencia, casi dos tercios de los países del mundo – 124
países, incluido los que tienen ciudadanos lesionados en el extranjero
– están afectados en cierta medida por el problema de las minas
terrestres/MSE y el asunto de los sobrevivientes.
El Tratado sobre la Prohibición de las Minas no establece un plazo
para la asistencia a las víctimas de las minas, como ocurre en el caso de
la limpieza de minas y la destrucción de existencias. Los sobrevivientes
de las minas terrestres tienen necesidades a largo plazo, que, en muchos casos,
pueden durar toda la vida. Un sobreviviente de las minas terrestres requiere
servicios constantes de atención médica y rehabilitación, y
asistencia para su reintegración socioeconómica y bienestar
psicológico. En el caso de los amputados, las prótesis se
desgastan y necesitan ser reparadas o sustituidas. Pueden resurgir problemas
médicos años después del incidente original. De manera
similar, la reintegración socioeconómica no siempre es
fácil de alcanzar o mantener. Los programas de formación
profesional y otros métodos para facilitar la reintegración
económica luchan por lograr su objetivo en economías afectadas por
altos niveles de desempleo de la población general.
Para garantizar su sostenibilidad, la asistencia a los sobrevivientes de las
minas terrestres debe considerarse una parte de los sistemas nacionales de salud
pública y servicios sociales. Estos sistemas nacionales deben contar con
una atención especializada para garantizar que los sobrevivientes de las
minas terrestres y otras personas con discapacidad gozan de las mismas
oportunidades en la vida – en cuanto a la atención a la salud, los
servicios sociales, el sustento económico, la educación y la
participación en la comunidad – que cualquier otro sector de la
sociedad. El objetivo último de los programas de asistencia a los
sobrevivientes debe ser completar su rehabilitación y su
integración en la comunidad en general. Asignar recursos para
apoyar los programas que atienden las necesidades de los sobrevivientes de
las minas terrestres supone, en efecto, ayudar a crear la infraestructura que
beneficiará a todas las personas con discapacidad en un país
afectado por las minas.
Capacidad de los países afectados para prestar asistencia a los
sobrevivientes de las minas terrestres
Los principales actores de la asistencia a las víctimas de las minas
coinciden en general en que la asistencia incluye los siguientes
componentes:[46]
Atención prehospitalaria (primeros auxilios y tratamiento de las
heridas)
Atención hospitalaria (atención médica, cirugía,
tratamiento del dolor)
Rehabilitación (fisioterapia, prótesis y dispositivos de
asistencia, apoyo psicológico)
Reintegración social y económica (asociaciones de personas con
discapacidad, desarrollo de habilidades y formación profesional,
proyectos para generación de ingresos, actividades deportivas)
Política y práctica sobre la discapacidad (educación,
sensibilización y leyes sobre discapacidad)
Mecanismos de vigilancia e investigación de la salud y el bienestar
social (recopilación, procesamiento y análisis de datos, e
informes)
El análisis detallado de las iniciativas y capacidades de los
países afectados por las minas para atender las necesidades de los
sobrevivientes de las minas terrestres y las personas con discapacidad en
general está más allá del alcance de la
investigación emprendida por el Monitor de Minas
Terrestres.[47] Partiendo de un
análisis puramente cuantitativo de la información disponible en el
Informe 2003 del Monitor de Minas Terrestres, parece que la
mayoría de los países cuentan con centros para atender algunas de
las necesidades de los sobrevivientes de las minas terrestres. Sin embargo, el
Monitor de Minas Terrestres ha identificado 48 países afectados por las
minas, con casos de nuevas víctimas en 2002, en los que se ha informado
que uno o más aspectos de la asistencia a los sobrevivientes son
inadecuados. Este es también el caso en siete de las áreas
cubiertas por el Monitor de Minas Terrestres. Incluso cuando existen servicios,
éstos suelen estar a gran distancia de las zonas minadas, lo que los hace
inaccesibles para muchos sobrevivientes, son demasiado caros para que puedan
costeárselos los sobrevivientes o imponen barreras burocráticas a
algún grupo de la sociedad.
Partiendo de los datos reunidos en 2002-2003, se pueden hacer algunas
observaciones generales:
La mayoría de los servicios siguen estando en los centros urbanos,
mientras que la mayoría de los sobrevivientes de las minas se encuentran
en áreas rurales donde es mayor la concentración de minas;
La mayoría de los recursos continúa dirigiéndose a la
atención médica y la rehabilitación física;
La disponibilidad de asistencia para el apoyo psicosocial y la
reintegración económica sigue siendo limitada;
Las organizaciones internacionales, las ONG y las agencias de la ONU
continúan desempeñando un papel primordial en la prestación
de servicios a los sobrevivientes de las minas;
Las ONG locales suelen carecer de los recursos financieros necesarios para
continuar los programas cuando se retiran las organizaciones
internacionales;
Los conflictos en marcha y los consiguientes preocupaciones por la seguridad
en los países afectados por las minas limitan seriamente la capacidad del
gobierno y de las agencias internacionales para prestar asistencia a los
sobrevivientes de las minas terrestres;
La situación económica de muchos países afectados por
las minas sigue siendo un obstáculo para la prestación de
asistencia adecuada a los sobrevivientes de las minas terrestres;
El desarrollo de programas para atender las necesidades a largo plazo de los
sobrevivientes de las minas terrestres y otras personas con discapacidad, se ve
obstaculizado por la costumbre de algunos donantes de financiarlos tan
sólo durante un período limitado. Es necesario un compromiso a
largo plazo de financiación para garantizar la sostenibilidad y crear la
capacidad local para continuar los programas;
Dentro de un acontecimiento positivo, más países afectados por
las minas están adoptando o han adoptado medidas para desarrollar un plan
de acción para atender las necesidades de los sobrevivientes de las
minas, o para mejorar en general los servicios de rehabilitación para
todas las personas con discapacidad.
Atención médica de emergencia y continuada
En 2002 y la primera mitad de 2003, se identificaron al menos 1.491
víctimas de las minas terrestres en los registros hospitalarios,
incluidas 364 víctimas en África, 21 en las Américas, 954
en Asia/Pacífico, 17 en Europa/Asia Central y 135 en Oriente Medio/Norte
de África.
En Albania, la infraestructura sanitaria en las zonas afectadas por las
minas es inadecuada para el tratamiento y la rehabilitación de los
sobrevivientes de las minas.
En Angola, menos del 30 por ciento de la población tiene acceso a la
atención médica y son escasos los centros disponibles para
sobrevivientes de las minas y otras personas con discapacidad.
En Irak, algunos centros de salud carecen de agua corriente y suministro
eléctrico constante, el equipo está en estado de deterioro y
existe una carencia de personal sanitario bien formado y con experiencia.
En Nepal, tres de los ocho hospitales que prestan asistencia a las
víctimas de las minas/artefactos explosivos improvisados (AEI) informaron
de las dificultades para ofrecerles tratamiento debido a las restricciones
presupuestarias.
En Yemen, 132 sobrevivientes de las minas recibieron varios tipos de
asistencia médica en programas organizados por el
gobierno.
Rehabilitación física
En 2002 y 2003, el Monitor de Minas Terrestres identificó un total de
128.348 pacientes o sesiones en el área de la rehabilitación
física, lo que incluye al menos 15.994 sesiones para sobrevivientes de
las minas terrestres. Esto incluye 34.647 sesiones en África, al menos
1.994 para sobrevivientes; 320 sesiones en las Américas, al menos 280
para sobrevivientes; 52.000 sesiones en Asia/Pacífico, al menos 9.619
para sobrevivientes; 37.815 sesiones en Europa/Asia Central, al menos 3.423 para
sobrevivientes; y 3.566 sesiones en Oriente Medio/Norte de África, al
menos 678 para sobrevivientes.
En Angola, el Ministerio de Salud está desarrollando una
política nacional de rehabilitación física.
En Kosovo, el Ministerio de Salud ha nombrado un funcionario encargado de la
medicina física y la rehabilitación para fortalecer el
sector.
En Somaliland, el reciente estudio sobre el impacto de las minas terrestres
concluyó que de los 184 sobrevivientes recientes de las minas, la
mayoría habían recibido atención médica de
emergencia, pero muy pocos habían sido sometidos a rehabilitación.
En Siria, los servicios de emergencia y rehabilitación se
verán mejorados en la zona afectada por las minas con la apertura de un
centro comunitario de rehabilitación, un centro de fisioterapia y la
construcción de un hospital con 120 camas.
Ortoprotesia/Ayudas técnicas
En 2002, los centros de ortoprotesia del CICR produjeron 16.921
protésis (incluidas 10.098 para sobrevivientes de las minas terrestres),
13.365 ortesis (incluidas 101 para sobrevivientes de las minas), 17.052 pares de
muletas y 1.598 sillas de
ruedas.[48] Según los datos
recopilados por el Monitor de Minas Terrestres, las ONG y otras agencias que
trabajan en países afectados por las minas también produjeron y
distribuyeron al menos 20.651 prótesis, 9.480 ortesis, 13.705 muletas,
3.019 sillas de ruedas, 25.206 ayudas técnicas y componentes de otro
tipo, y repararon 975 prótesis; al menos 5.727 aparatos fueron para
sobrevivientes de las minas.
En Argelia, el centro de ortoprotesia Ben Aknoun comenzó la
producción y asistió a 61 sobrevivientes de las minas durante el
año, la mayoría de los cuales eran sobrevivientes de minas
sembradas en el Sahara Occidental.
En Chechenia, el Centro Ortoprotésico de Grozny empezó la
producción.
En Etiopía, se está desarrollando una unidad de fisioterapia y
un área para aprender a caminar con el fin de ampliar y mejorar la
calidad de los servicios disponibles en el centro ortopédico de Dessie.
En la República Democrática Popular de Corea, el CICR puso en
marcha un programa de rehabilitación de amputados en el recientemente
renovado centro prostético de Songrim.
En India, los civiles sobrevivientes de las minas que viven en áreas
remotas fronterizas no tienen acceso a servicios de rehabilitación. Sin
embargo, el gobierno ha señalado su respaldo a la rehabilitación
de los sobrevivientes, incluida su reintegración económica.
En Georgia, el Centro Ortopédico de Tbilisi tenía 458
amputados en su lista de espera a finales de diciembre de 2002.
En Namibia, el taller ortoprotésico de Rundu, mejorado por el CICR,
empezó la producción.
Asistencia psicosocial
El Monitor de Minas Terrestres registró 10.965 personas que recibieron
apoyo psicosocial, entre ellas al menos 3.074 sobrevivientes. La cantidad se
divide en 3.618 personas en África, al menos 1.152 sobrevivientes de las
minas terrestres; 183 en las Américas, al menos 60 sobrevivientes; 833 en
Asia/Pacífico, al menos 522 sobrevivientes; 5.904 en Europa/Asia Central,
al menos 1.127 sobrevivientes; y 427 en Oriente Medio/Norte de África, al
menos 213 sobrevivientes.
En Perú, se ha creado una nueva asociación, la
Asociación de Víctimas y Sobrevivientes de las Minas.
En Rusia, los Alces de San Petersburgo participaron en el primer Campeonato
del Mundo de Hockey sobre Hielo para Amputados celebrado en Helsinki, siete
sobrevivientes de las minas forman parte del equipo.
Formación profesional y reintegración económica
El Monitor de Minas Terrestres registró 1.975 personas asistidas con
formación profesional y/o reintegración económica, entre
ellas al menos 824 sobrevivientes. El desglose regional es 541 personas en
África, al menos 417 sobrevivientes; 244 en las Américas, al menos
154 sobrevivientes; 778 en Asia/Pacífico, al menos 150 sobrevivientes;
313 en Europa/Asia Central, al menos 99 sobrevivientes; y 99 en Oriente
Medio/Norte de África, al menos cuatro sobrevivientes de las minas.
Aunque muchos sobrevivientes de las minas y participantes en la asistencia a
los sobrevivientes consideran altamente prioritarios la formación
profesional, las oportunidades de empleo y la reintegración
económica, existen muy pocas evidencias que demuestren un progreso real
en esta área.
En Bosnia y Herzegovina, un estudio de alrededor de 1.200 sobrevivientes de
las minas reveló que la principal preocupación del 31 por ciento
de los encuestados es la falta de oportunidades de empleo y de
reintegración económica.
En la RD del Congo, la presidencia del gobierno creó un fondo social
para los sobrevivientes de las minas.
En Líbano, se ha informado de que se necesita prestar más
atención a las actividades para el empleo y la reintegración
económica.
En Nicaragua, el gobierno pidió iniciativas más firmes para la
reintegración socioeconómica de los sobrevivientes de las
minas.
En Sri Lanka, el Proyecto de Asistencia a Discapacitados del PNUD se puso en
marcha en Jaffna para promover la reintegración económica de los
sobrevivientes de las minas y otras personas con discapacidad físicas.
En Vietnam, el 60 por ciento de los sobrevivientes en Quang Tri tienen
“tarjetas de pobreza” que los sitúan por debajo de la
línea de la pobreza.
Establecimiento de la capacidad
Al menos 4.256 médicos, enfermeros/as, responsables de la
atención primaria, prostéticos, ortesistas y fisioterapeutas
recibieron formación en 2002. Lo que incluyó 3.186 prestadores de
servicios de salud en África, 16 en las Américas, 932 en
Asia/Pacífico, 122 en Europa/Asia Central y una cantidad desconocida en
Oriente Medio/Norte de África.
En Eritrea, el Programa del PNUD de Establecimiento de la Capacidad sobre
Asistencia a las Víctimas está trabajando con el gobierno con el
fin de crear la capacidad nacional para prestar la asistencia adecuada a los
sobrevivientes de las minas.
En Jordania, se impartió un taller de cirugía de amputaciones
para médicos del Ministerio de Salud y del Centro Médico
Hussein.
Derechos de los discapacitados
La asistencia a los sobrevivientes de las minas terrestres, al igual que la
asistencia a las personas con discapacidad, no es sólo consiste en la
atención médica y la rehabilitación; es también una
cuestión de derechos humanos. Hasta que esto no se reconozca y se aborde
como tal, las personas discapacitadas seguirán enfrentándose a
importantes barreras para su reintegración socioeconómica.
En Afganistán, el Gobierno Islámico de Transición
creó la Comisión Nacional sobre Discapacidad, que redactará
una ley integral sobre los derechos de las personas con discapacidad.
En Bosnia y Herzegovina, la “Estrategia de Desarrollo de ByH:
Estrategia Política de Reducción de la Pobreza y Protección
Social de las Personas con Discapacidades” incluye una propuesta de ley
sobre la protección de las personas discapacitadas, sin distinción
de la causa de la discapacidad.
En Croacia, el Parlamento aprobó una resolución por la que se
acepta una nueva estrategia nacional destinada a mejorar la calidad de vida de
las personas discapacitadas, sin distinción de la causa de la
discapacidad.
Recopilación de datos
En los informes sobre países afectados por las minas incluidos en el
Informe 2003 del Monitor de Minas Terrestres, se ofrece
información sobre los centros identificados para la asistencia a
sobrevivientes de las minas terrestres y otras personas con discapacidad. Se
pidió a muchas de estos centros que informaran de la cantidad de personas
asistidas en 2002 y cuántas de ellas eran sobrevivientes de las minas
terrestres. El Monitor de Minas Terrestres no siempre pudo obtener esta
información y algunos centros no guardan constancia de la causa de la
lesión, ya que se trata igual a todas las personas discapacitadas.
Algunos centros declararon que no tenían capacidad de registro de datos.
No obstante, aunque reconocemos que los datos no son ni mucho menos completes,
nos dan una idea de qué aspectos de las asistencia a los sobrevivientes
de las minas terrestres necesitan mayor atención. También hay que
reconocer que las cifras presentadas en las anteriores secciones no representan
la cantidad total de personas asistidas, ya que es posible que se hayan
registrado varias sesiones para una sola persona.
En Camboya, una evaluación externa del Sistema de Información
sobre Víctimas de las Minas/MSE (Cambodia Mine/UXO Victim Information
System, CMVIS) concluyó que el sistema es “único en el
mundo en términos de cobertura y detalle”.
En Colombia, como parte de la Acción Integral contra las Minas
Antipersonal (AIMCA), el programa de la OEA de acción contra las minas en
Colombia respaldó la puesta en marcha de un Observatorio de Minas
Antipersonal para registrar y hacer seguimiento de la información sobre
víctimas de las minas y sobrevivientes de las minas.
En El Salvador, un reciente censo de la Asociación de Lisiados de
Guerra de El Salvador identificó a unos 3.700 sobrevivientes de las minas
terrestres.
Coordinación y planificación
De acuerdo con los resultados de un proceso consultivo del SNUAM realizado
por encargo del Comité Permanente sobre Asistencia a las Víctimas
y la Reintegración Socioeconómica, la coordinación y la
planificación de los países afectados por las minas se
identificó como una prioridad fundamental para garantizar la asistencia
adecuada a los sobrevivientes de las minas. Dentro de un acontecimiento
positivo, más países afectados por las minas están
adoptando, o han adoptado, medidas para desarrollar una plan de acción
para atender las necesidades de los sobrevivientes de las minas, o para mejorar,
de manera más general, los servicios de rehabilitación para todas
las personas con discapacidad.
En Albania, el Organismo Ejecutivo para la Acción contra las Minas
(Albanian Mines Action Executive, AMAE) ha nombrado a un funcionario
encargado DRM y asistencia a las víctimas para coordinar las actividades
y desarrollar un plan de acción para atender las necesidades de los
sobrevivientes de las minas.
En Azerbaiyán, la Agencia Nacional de Azerbaiyán de
Acción contra las Minas (Azerbaijan National Agency for Mine Action,
ANAMA) ha nombrado a un funcionario encargado de la asistencia a las
víctimas para coordinar las actividades del Grupo de Trabajo sobre
Asistencia a las Víctimas de las Minas y desarrollar un programa de
asistencia a largo plazo.
En Bosnia y Herzegovina, el Centro de Acción contra las Minas tiene
prevista la creación de un grupo de coordinación de la asistencia
a las víctimas de las minas para desarrollar un plan de
acción.
En Chile, el gobierno anunció que la asistencia a los sobrevivientes
sería una parte integral del trabajo de la nueva Comisión Nacional
de Desminado.
En Guinea-Bissau, el Centro Nacional de Acción contra las Minas
celebró su primera reunión para elaborar un plan nacional de
acción de apoyo a los sobrevivientes de las minas.
En Laos, el Ministerio de Trabajo y Bienestar Social celebró el
Segundo Taller Nacional sobre Asistencia a las Víctimas para proseguir
con las iniciativas emprendidas en 2001.
En Mozambique, el Plan Quinquenal de Acción contra las Minas del
Instituto Nacional de Desminado (2002-2006) ha afirmado su papel de
coordinación en la asistencia a las víctimas de las minas.
En Rwanda, se redactó un plan nacional para la rehabilitación
de las personas con discapacidad físicas.
En Eslovenia, el Fondo Fiduciario Internacional para el Desminado y la
Asistencia a las Víctimas de las Minas facilitó un estudio
regional sobre la asistencia a las víctimas en los Balcanes con el fin de
identificar deficiencias y promover la cooperación regional.
En Somalia, se creó un nuevo Ministerio de Discapacidad y
Rehabilitación dentro del nuevo gabinete del Gobierno Nacional de
Transición.
En Sudán, la Oficina Nacional de Acción contra las Minas ha
reclutado a un funcionario encargado de asistencia a las víctimas para
que ayude a establecer la capacidad y desarrollar un plan de acción para
la asistencia a las víctimas.
En Tailandia, se ha diseñado un modelo integral de asistencia a las
víctimas, sin embargo, no se ha completado el plan nacional de
acción recomendado en 2001.
En Zimbabwe, se creó una Oficina de Asistencia a las Víctimas,
Rehabilitación, Reintegración y Reasentamiento dentro del Centro
Nacional de Acción contra las Minas.
Acontecimientos internacionales
El Comité Permanente sobre Asistencia a las Víctimas y
Reintegración Socioeconómica (CP-AV) ha estado copresidido por
Colombia y Francia desde septiembre de 2002, y sus Correlatores son Australia y
Croacia (que se convertirán en Copresidentes en septiembre de 2003).
Se celebraron dos reuniones entre períodos de sesiones del CP-AV en
febrero y mayo de 2003. Se puede consultar más información sobre
el Comité Permanente sobre Asistencia a las Víctimas y
Reintegración Socioeconómica, incluidos los textos de las
presentaciones, en www.gichd.ch.
En 2003, el CP-AV continuó identificando métodos
prácticos para asistir a los Estados Parte en el cumplimiento de sus
obligaciones relativas a la asistencia a las víctimas de las minas
contenidas en el Tratado sobre la Prohibición de las Minas. Puso un
énfasis cada vez mayor en que los países afectados por las minas
presentaran planes concretos para la atención y la rehabilitación
de los sobrevivientes de las minas terrestres. El CP-AV se concentró en
las áreas prioritarias de la asistencia a las víctimas
identificadas durante el proceso consultivo del SNUAM en 2002: atención
médica de emergencia y continuada; rehabilitación física /
protética; apoyo psicosocial; reintegración económica; y
leyes, políticas oficiales y planes nacionales. Durante las reuniones
del CP-AV en 2003, 15 Estados Parte presentaron sus planes, avances y
prioridades para la asistencia a las víctimas de las minas, y sus
problemas para cubrir las necesidades (Afganistán, Albania, Camboya,
Chad, Colombia, Croacia, RD del Congo, Yibuti, El Salvador, Namibia, Nicaragua,
Rwanda, Senegal, Tayikistán y Zambia), además de Turquía,
que no forma parte del Tratado.
Fueron 11 los Estados Parte que informaron sobre sus políticas e
iniciativas para apoyar a los países afectados por las minas mediante
fondos y otro tipo de asistencia a las víctimas de las minas (Australia,
Austria, Canadá, Francia, Hungría, Japón, Luxemburgo, Nueva
Zelanda, Noruega, Suecia y el Reino Unido). En febrero, el CP-AV dio la
bienvenida a cuatro sobrevivientes de Tailandia y dos de Laos, participantes en
la iniciativa Levantar las Voces (Raising the Voices). En las reuniones
de mayo, diez participantes en esta iniciativa procedentes de Afganistán,
Camboya, India, Nepal y Sri Lanka realizaron intervenciones sustantivas sobre
puntos concretos.
El Grupo de Trabajo sobre Asistencia a las Víctimas (Working Group
on Victim Assistance, WGVA) del ICBL participó en las reuniones del
CP-AV en 2003. En mayo de 2003, su Copresidente (Landmine Survivors Network) y
el coordinador temático sobre asistencia a las víctimas del
Monitor de Minas hablaron de algunos aspectos del progreso en el cumplimiento de
artículo 6.3. En mayo de 2003, los representantes del WGVA se
reunieron con varias ONG que trabajan en el campo de la protética y la
ortótica para desarrollar una estrategia conjunta y planes
específicos para fortalecer la coordinación, la
colaboración y la planificación a largo plazo en países
afectados por las minas. Se pueden consultar más detalles sobre el WGVA
en www.icbl.org.
El Formulario Voluntario J de los informes sobre medidas de transparencia
presentados con arreglo al artículo 7, desarrollado por el CP-AV, permite
a los Estados Parte informar sobre las medidas relativas a la asistencia a las
víctimas, las actividades sobre las minas y cualquier otro asunto
relacionado. A 31 de julio de 2003, un total de 27 Estados Parte habían
adjuntado el Formulario J a sus informes presentados con arreglo al
artículo 7 para 2002, entre ellos 11 Estados Parte afectados por las
minas (Albania, Camboya, Colombia, Ecuador, Malawi, Mozambique, Perú,
Filipinas, Tayikistán, Tailandia y Zimbabwe) y 16 Estados Parte no
afectados (Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Francia, Alemania,
Irlanda, Italia, Japón, México, Países Bajos, Nueva
Zelanda, Noruega, Eslovaquia, Sudáfrica y
Suecia).[49] Además, tres
Estados Parte afectados por las minas (Guinea-Bissau, Nicaragua y Yemen)
facilitaron información sobre asistencia a las víctimas en el
Formulario I de sus informes presentados con arreglo al artículo 7.
Entre los 29 países en los que el UNICEF respalda la acción
contra las minas, 11 cuentan con componentes de asistencia a los sobrevivientes.
El UNICEF se ocupa del acceso de los sobrevivientes de las minas y otras
personas discapacitadas a los servicios y los programas, más que de la
propia prestación de servicios. Actúa en defensa de los
sobrevivientes de las minas y otras personas discapacitadas para garantizar que
se escuchan sus voces, se respetan sus derechos, se atienden sus necesidades
básicas y pueden participar plenamente en sus sociedades.
En diciembre de 2001, la Asamblea General de las Naciones Unidas
acordó la creación de un Comité Especial encargado de
considerar propuestas para una convención internacional para
“promover y proteger los derechos y la dignidad de las personas con
discapacidad”.[50] El
Comité Especial se reunió por primera vez del 29 de julio al 9 de
agosto de 2002 y, de nuevo, del 16 al 27 de junio de 2003, cuando acordó
establecer un Grupo de Trabajo encargado de preparar y presentar un borrador de
una “Convención internacional amplia e integral para promover y
proteger los derechos y la dignidad de las personas con discapacidad”. El
Grupo de Trabajo estará integrado por 27 representantes de gobiernos y 12
representantes de ONG, especialmente asociaciones de personas discapacitadas y
organizaciones que trabajan por sus derechos. Está previsto que el Grupo
de Trabajo se reúna durante diez días a principios de 2004 para
prepara el borrador de la convención, que se debatirá en la
Tercera Reunión del Comité Especial, en mayo/junio de
2004.[51]
En las reuniones del Comité Especial participaron, además de
los gobiernos, representantes de ONG, instituciones académicas, expertos
legales, especialistas en discapacidad y personas discapacitadas, entre ellas
representantes de sobrevivientes de las minas. En este escenario que recuerda a
las negociaciones del Tratado sobre la Prohibición de las Minas, la
participación activa de la sociedad civil y de las propias personas
discapacitadas ha contribuido de manera significativa a los avances alcanzados
hasta ahora.
[40] Para los fines de la investigación
del Monitor de Minas Terrestres, las víctimas son las personas muertas o
lesionadas como resultado de un incidente relacionado con minas antipersonal,
minas antivehículo, artefactos explosivos improvisados, municiones de
racimo y otras municiones sin explotar. Con la información disponible en
muchos países no siempre es posible determinar con certeza el tipo de
arma que provocó el incidente. Cuando existe este grado de detalle, se
incluye la información en el informe sobre el
país. [41] El Informe 2002 del
Monitor de Minas Terrestres registró 61 países con víctimas
de las minas/MSE y nueve con víctimas de las
MSE. [42] Estos incluyen a Abjazia,
Chechenia, Kosovo, Nagorno-Karabakh, Palestina, Somaliland y Sahara Occidental.
Los informes sobre el Norte de Irak ya no se presentan por separado de los de
Irak. [43] Kenya, Kirguistán, Malawi
y Níger registraron víctimas de las minas terrestres a principios
de 2003. Kenya y Kirguistán también registraron víctimas
provocadas por MSE en 2002. [44] El Monitor
de Minas Terrestres identificó 9.405 nuevas víctimas de mines/MSE
en el año 2001, incluyendo las estadísticas revisadas obtenidas de
varias fuentes durante el transcurso de la investigación para el informe
de este año. Esta cifra significativamente mayor de víctimas
registradas en 2002 puede deberse a la mejora de la recopilación de datos
en unos cuantos países afectados por las minas, más que a un
aumento real del número de víctimas. Lo que es más
importante, el número de víctimas declaradas en Chechenia en 2002
es de 5.695, en comparación con 2.140 en 2001, sin embargo, no existen
pruebas de que el número de incidentes relacionados con las minas o de
víctimas aumentara drásticamente en 2002. Anteriormente, no se
disponían de datos oficiales sobre Chechenia. La cifra de 2002 fue
declarada por el Ministerio de Salud de
Chechenia. [45] Las cifras de mujeres y
niños víctimas de las minas deben considerarse como un
mínimo; en muchos casos no se ofreció este nivel de detalle al
Monitor de Minas Terrestres. [46] Para
obtener más información, véase Grupo de Trabajo sobre
Asistencia a las Víctimas de la ICBL, Guidelines for the Care y
Rehabilitation of Survivors; véase también, Providing assistance
to landmine victims: A collection of guidelines, best practices y methodologies,
recopilado por los Copresidentes del Comité Permanente sobre Asistencia a
las Víctimas y Reintegración Socioeconómica, mayo de
2001. [47] Handicap International recopila
más información detallada en Landmine Victim Assistance: World
Report 2002 en el que se examinan toda una serie de indicadores para determinar
la capacidad de un país para atender adecuadamente las necesidades de las
personas discapacitadas, incluidos los sobrevivientes de las minas
terrestres. [48] Programas de
Rehablitación Física del CICR, “Informe Anual 2002”.
Ginebra, junio de 2003. [49] Además,
Bulgaria, RD del Congo, Dinamarca, Jamaica, Rumania y Rwanda presentaron el
Formulario J para informar de otros
asuntos. [50] Resolución 56/168 de
la Asamblea General de la ONU. [51] Para
obtener más información, véase
www.un.org/esa/socdev/enable/rights/;
véase también
www.rightsforall.com.