+   *    +     +     
About Us 
The Issues 
Our Research Products 
Order Publications 
Multimedia 
Press Room 
Resources for Monitor Researchers 
ARCHIVES HOME PAGE 
    >
 
Table of Contents
Country Reports
España, Landmine Monitor Report 2004

España

Hechos clave desde mayo de 2003: En 2003, España proporcionó asistencia y financiación para la acción contra las minas por valor de cerca de 1,2 millones de dólares. El personal español de neutralización de municiones explosivas y de desminado participó en operaciones para el mantenimiento de la paz en Afganistán, Bosnia-Herzegovina, Irak y Kosovo. El Centro Internacional de Desminado impartió cursos sobre desminado humanitario a 71 miembros del personal operativo de Afganistán, Angola, Mozambique y Colombia.

Hechos clave desde 1999: El 1 de julio de 1999, España se convirtió en un Estado Parte del Tratado sobre la Prohibición de Minas. La legislación que prohíbe las minas antipersonales se aprobó con anterioridad a dicha fecha, en octubre de 1998. El 3 de octubre de 2000, España concluyó la destrucción de sus existencias de minas antipersonales, que se cifraban en cerca de 850.000. En un principio, tenía la intención de conservar unas 10.000 minas, pero en mayo de 2000 anunció que reduciría esa cantidad a 4.000. En febrero de 2000, el Ministerio de Defensa informó de que se habían retirado las minas antipersonales estadounidenses almacenadas en Rota. Entre 1999 y 2003, España contribuyó con cerca de 4,7 millones de dólares a la acción contra las minas. En septiembre de 2001 se fundó el Centro Internacional de Desminado, que desde entonces ha ido ampliando sus actividades.

Política sobre la prohibición de las minas

España firmó el Tratado sobre la Prohibición de Minas el 3 de diciembre de 1997 y lo ratificó el 19 de enero de 1999, convirtiéndose en un Estado Parte el 1 de julio de 1999. En los años anteriores, España había asistido a todas las reuniones preparatorias del Proceso de Ottawa, pero se consideraba que no apoyaba enérgicamente la prohibición de las minas.[1]

La legislación que regula la prohibición de minas antipersonales se aprobó en octubre de 1998, e incluía un anexo en el que se establecía que las

sanciones penales exigidas por el Artículo 9 del Tratado se desarrollarían en la nueva legislación introductoria.[2] En el año 2001, España consideró que la legislación existente ya contemplaba sanciones penales.[3]

El 30 de abril de 2004, España presentó a la ONU su informe anual con arreglo al Artículo 7 del Tratado. Previamente, había presentado cuatro informes conforme al Artículo 7.[4] Los informes correspondientes a los años 2003, 2002 y 2001 iban acompañados del Formulario Voluntario J a efectos de facilitar información sobre el financiamiento y la asistencia para la acción contra las minas.

España ha asistido a todas las Reuniones Anuales de los Estados Parte, además de haber participado regularmente, aunque no de un modo destacado, en el programa de trabajo intersesional.

Durante las reuniones de los Comités Permanentes del Programa Intersesional, celebradas en febrero de 2004, España indicó, como prueba del compromiso asumido con respecto al Tratado, que había finalizado el programa para la destrucción de sus existencias de minas antipersonales, así como su asistencia a la acción contra las minas.[5]

Durante la celebración de esa misma reunión, la delegación española confirmó que España seguía participando en las iniciativas encaminadas a universalizar el Tratado sobre la Prohibición de Minas. España sigue la estrategia de la Unión Europea (UE), consistente en asignar países objetivo a cada Estado miembro de la UE; sin embargo, España no ha identificado los países que ha elegido como objetivo.[6] Durante su presidencia de la UE en la primera mitad de 2002, España alentó a otros países a unirse al Tratado, en especial durante los contactos bilaterales.[7] La legislación de 1998 incluye un preámbulo en el que el Gobierno declara que tiene la intención de promover el Tratado y de incluirlo en la agenda de foros internacionales.[8] El 8 de diciembre de 2003, España votó a favor de la Resolución 58/43 de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), que hace un llamamiento a la universalización e implementación del Tratado sobre la Prohibición de Minas. Desde 1996, cada año ha votado a favor de las resoluciones de la AGNU que fomentan la prohibición de minas.

España rara vez ha participado en los exhaustivos debates que los Estados Parte han mantenido durante la celebración de reuniones intersesionales en materia de interpretación e implementación con respeto a los Artículos 1, 2 y 3. Sin embargo, en otras ocasiones ha dado a conocer sus opiniones y prácticas por lo que se refiere a a operaciones militares conjuntas con Estados No-Parte, el mantenimiento de existencias de minas extranjeras, y la transferencia de minas antipersonales y de minas antivehículos provistas de detonadores sensibles o de mecanismos antimanipulación.

El Ministerio no ha respondido a las preguntas formuladas por el Landmine Monitor acerca de su posición sobre la legalidad de las fuerzas españolas que participan en operaciones militares conjuntas con países que no son miembros del Tratado sobre la Prohibición de Minas y en las que se emplean minas antipersonales. Sin embargo, el 29 de septiembre de 2003, un diputado catalán recibió una respuesta escrita a una pregunta parlamentaria formulada específicamente con relación a las tropas enviadas a Irak.[9] El Gobierno respondió que el personal militar español no estaba autorizado a utilizar minas antipersonales bajo ningún concepto, que no se planificarían, dirigirían ni llevarían a cabo operaciones en las que se utilizaran minas antipersonales, y que ninguna de las fuerzas bajo mandato español utilizaría minas antipersonales, salvo con arreglo a las excepciones permitidas por el Artículo 3 del Tratado sobre la prohibición de Minas.[10]

El Ministerio de Defensa ha declarado que no existen minas antipersonales extranjeras en territorio español, incluyendo las instalaciones estadounidenses en Torrejón, cerca de Madrid, y en Rota y Morón de la Frontera, cerca de Cádiz. En febrero de 2000, el Ministerio de Defensa afirmó que se habían retirado de Rota las minas antipersonales estadounidenses prohibidas por el Tratado sobre la Prohibición de Minas.[11]

Al ser preguntado sobre la posición del Gobierno con respecto a la legalidad de un Estado extranjero que transfiera minas antipersonales por el territorio español, el Ministerio de Defensa se refirió a la ley de 1998, que especifica que «por "transferencia" se entiende, además del traslado físico de minas hacia o desde el territorio nacional, la transferencia del dominio y del control sobre las minas.»[12]

España está en posesión de dos minas antivehículos provistas de dispositivos antimanipulación.[13] El Gobierno ha considerado que la cuestión de las minas antivehículos provistas de dispositivos antimanipulación debería abordarse en la Convención sobre Armas Convencionales (CAC), mediante un nuevo protocolo.[14] Sin embargo, la legislación española por la que se implementa el Tratado sobre la Prohibición de Minas no sólo prohíbe las minas antipersonales, sino también «armas similares». La Campaña para la Prohibición de Minas ha argumentado que, por consiguiente, los dispositivos antimanipulación que puedan ser detonados por la acción fortuita de una persona ya están prohibidos por la ley española. El Gobierno ha interpretado la legislación de otro modo, y ha excluido las minas antivehículos provistas de dispositivos antimanipulación o de detonadores sensibles de la implementación del Tratado sobre la Prohibición de Minas y de la presentación de informes con arreglo al Artículo 7.[15]

España es un Estado Parte de la CAC y de su Protocolo II enmendado. Asistió a la V Conferencia Anual de los Estados Parte del Protocolo, celebrada en noviembre de 2003, y el 7 de noviembre de 2003 presentó el informe anual con arreglo al Artículo 13 según lo requerido por el Protocolo. En los años anteriores ha asistido a las conferencias anuales de los Estados Parte, además de presentar informes. El Ministerio de Defensa manifestó su apoyo con respecto a la regulación de los restos explosivos de guerra, incluyendo medidas preventivas, con arreglo a la CAC.[16] En este sentido, el 29 de octubre de 2002, la Comisión de Defensa aprobó un Libro Verde en el que se destaca la postura de España, según la cual debería prohibirse el empleo de bombas racimo contra civiles, además de aplicarse medidas técnicas que permitan la neutralización, desactivación y autodestrucción de estas armas.

Producción, transferencia y uso

La producción de minas antipersonales cesó oficialmente en mayo de 1996, y la moratoria a la exportación de 1994 adquirió un carácter definitivo en mayo de 1996.[17] Anteriormente, España había sido productor de como mínimo cinco tipos distintos de minas antipersonales, así como exportador de minas.[18] España importaba minas de Italia. En abril de 2001, España informó de que las instalaciones de producción se habían decomisado o se habían convertido a otros usos.[19] La última vez que España utilizó minas antipersonales fue en 1975, en la frontera marrueca con lo que entonces era su colonia del Sahara occidental.

Mantenimiento de existencias y destrucción

España completó el programa de destrucción de existencias de minas antipersonales el 3 de octubre de 2000, mucho antes de la fecha límite prevista por la legislación nacional de octubre de 1998 que establecía un plazo de tres años, y de la fecha límite del 1 de julio de 2003[20] establecida por el Tratado sobre la Prohibición de Minas, que determinaba un período de cuatro años. En 1998, cuando se aprobó la legislación nacional, España estaba en posesión de 853.286 minas antipersonales. El informe inicial de España presentado con arreglo al Artículo 7 indicaba que entre julio de 1998 y diciembre de 1999 se habían destruido 496.415 minas del tipo P-5, lo que significaba que todavía quedaban 356.871 por destruir.[21]

A finales de 2003, España conservaba 3.815 minas antipersonales, según lo permitido por el Artículo 3 del Tratado, lo que representaba 185 menos con respecto a las 4.000 que había a finales de 2002. No se informa de cómo se usaron tales minas.[22] En un principio, España tenía la intención de conservar 10.000 minas para destinar a propósitos permitidos, pero durante las reuniones de los Comités Permanentes de mayo de 2000 anunció que las reduciría a 4.000 (3.784 del tipo P-5 y 216 del tipo P-4B). Dichas minas se conservaron para ser empleadas en la formación en desminado y para el proyecto de investigación ANGEL.[23] Entre 2001 y 2002 no se consumió ninguna mina, y el Ministerio de Defensa explicó que su empleo en los programas de formación no conlleva su destrucción, por lo que pueden utilizarse varias veces.[24]

Asistencia y financiamiento para la acción contra las minas

En el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de noviembre de 2003, España recalcó que la acción contra las minas debe seguir siendo una prioridad internacional y que es imprescindible contar con un financiamiento adecuado. El representante español explicó que durante los últimos años España había aportado 15 millones de euros (más de 16 millones de dólares) para programas de formación y de asistencia a las víctimas de minas, además de haber facilitado equipos de desminado a varios países.[25] No se facilitaron los detalles de dicha contribución, que supera con creces las estimaciones del Landmine Monitor.[26]

España no ha indicado cuál fue el total global que en 2003 destinó al financiamiento para la acción contra las minas, pero el Landmine Monitor estima que fue de 1.073.579€ (1.214.755$).[27]

En el año 2003, la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) aportó un total de 286.047€ (323.662$) para varios programas de ayuda a las víctimas de minas, incluyendo:

  • Camboya: 75.398€ (85.313$) para un programa de ayuda a los supervivientes de minas.
  • Kosovo: 135.649€ (153.487$) para un programa que incluye la prestación de apoyo a las familias de las víctimas de minas.
  • Nicaragua: 75.000€ (84.863$) para la capacitación y la reintegracion de los supervivientes de minas, a través de la Organización de los Estados Americanos (OEA).[28]

Durante 2003, el Centro Internacional de Desminado impartió cursos de formación en desminado humanitario a 71 miembros del personal operativo de Afganistán, Angola, Mozambique y Colombia. También se impartieron 14 cursos a militares españoles, incluyendo aquéllos que se estaban preparando para servir en Afganistán, Bosnia-Herzegovina, Irak y Kosovo. El coste total al que ascendieron los cursos en 2003 fue de 787.532€ (891.092$).[29] En años anteriores se impartieron otros cursos similares, con el apoyo técnico del Ministerio de Defensa.

En 2003, el personal español de neutralización de municiones explosivas y de desminado participó en operaciones para el mantenimiento de la paz en Afganistán, Bosnia-Herzegovina, Irak y Kosovo.[30]

Además, en 2003, la comunidad autónoma de Asturias donó 8.000€ (9.052$) a la ONG española Acadica para la fabricación de sillas de ruedas para los supervivientes de minas y otros en Camboya. El Gobierno de Cataluña proporcionó 10.000€ y el Ayuntamiento de Barcelona 6.000€ (6.789$) a la ONG Moviment per la Pau (Movimiento por la Paz, MxP) para dos programas destinados a sensibilizar a la población sobre el peligro de las minas.[31]

En 2002, la AECI aportó 462.625€ (523.460$) para programas de asistencia a las víctimas de minas de Angola y Honduras, y para cursos impartidos por el Centro Internacional de Desminado.[32]

Entre 1999 y 2003, España aportó alrededor de 4,7 millones de dólares para la acción contra las minas: (1999: 1.187.447$; 2000: 935.000$; 2001: 667.221$; 2002: 688.467$; 2003: 1.214.755$). Sin embargo, sólo se trata de estimaciones, puesto que no se ha informado con detalle de la financiación aportada por España para la acción contra las minas en cada uno de los años indicados.[33]

Entre 1995 y 1998, España aportó alrededor de 2,3 millones de dólares al Fondo Fiduciario Voluntario de las Naciones Unidas para la Asistencia en Acciones de Desminado, a la OEA, y bilateralmente. La financiación correspondiente al período comprendido entre 1995 y 2003 se concentró en Angola, Mozambique, América Central y América del Sur. Parte de la financiación también se dirigió a Kosovo (1999, 2000, 2001, 2003), Bosnia-Herzegovina (1999, 2000) y Croacia (1999). La AECI se constituyó en 1997.[34]

Para 2004, el Centro Internacional de Desminado espera ofrecer cursos en desminado humanitario a estudiantes chilenos, colombianos y rusos.[35] El Centro se inauguró en 2001. Los cursos se imparten con el apoyo técnico del Ministerio de Defensa. El Ministerio presupuestó 1.442.420€ (1.370.299$) para la infraestructura del Centro. En 2002, el Centro impartió formación en desminado a personal de Afganistán, Angola y Mozambique. La AECI aportó financiación por valor de 190.604€ (181.074$), mientras que la asistencia prestada por el Ministerio de Defensa ascendió a un total de 414.712€ (403.462$).[36] En 2001, el Centro impartió formación a personal de Líbano, Nicaragua, Honduras, Costa Rica y Guatemala. No se indica la financiación para los cursos impartidos en 2001.[37]

La política de España relativa a la financiación para la acción contra las minas se estableció en enero de 2001, como respuesta a una pregunta parlamentaria. Los criterios por los que se regía la AECI incluían el concentrarse en programas de asistencia a las víctimas, la cooperación entre el Gobierno y las ONG (en especial las ONG españolas), el desminado en países prioritarios, el empleo de desminadores locales, el fomento de la independencia de las comunidades afectadas, y el colocar la limpieza de las minas dentro del contexto de desarrollo económico y social. Los fondos destinados al desminado debían restringirse a países que fueran miembros de pleno derecho del Tratado sobre la Prohibición de Minas, además de «demostrar una clara voluntad a favor del desminado».[38]

La Campaña Española para la Prohibición de Minas y otras ONG expresaron su preocupación por el bajo nivel de la contribución gubernamental a los programas de acción contra las minas. En septiembre de 2001, el Parlamento también instó al Gobierno español a aumentar los recursos destinados al desminado, a la asistencia a las víctimas y a la sensibilización sobre el peligro que las minas representan.[39] Como respuesta a ello, se creó el Centro Internacional de Desminado, que desde entonces ha ido ampliado sus actividades.[40]

Investigación y desarrollo

En 2001, se informó de que la empresa española GTD Ingeniería de Sistema y de Software participaba en el proyecto internacional ANGEL localizando y neutralizando minas antipersonales. En el informe de España presentado con arreglo al Artículo 7 se indicaba que el ejército español proporciona datos técnicos y otra asistencia al programa. Algunas de las minas que España ha conservado con arreglo al Artículo 3 del Tratado sobre la Prohibición de Minas se emplean en el programa.[41]

Actividades emprendidas por Organizaciones No Gubernamentales (ONG)

Durante 2003, varias ONG y otras instituciones llevaron a cabo en España actividades de sensibilización sobre el tema de las minas. El 1 de octubre, la Fundació La Caixa organizó una jornada de debate que contó con la asistencia de otras ONG, un representante del Servicio de Acción Contra las Minas de las Naciones Unidas (UNMAS), y supervivientes de minas. Este acontecimiento incluyó una exposición fotográfica a cargo de Gervasio Sánchez, «Vidas Minadas. Cinco años después», que pudo visitarse todo el mes de octubre.

Acadica, en colaboración con el Servicio Jesuita a Refugiados, emprendió un programa de asistencia a las víctimas en Camboya, que incluía la provisión de educación y alojamiento para niños discapacitados, así como la producción de 200 sillas de ruedas para supervivientes de minas. El coste del programa, que ascendió a 57.856€ (65.464$), fue cofinanciado por Acadica y el Gobierno de Asturias. Acadica también transmitió mensajes de sensibilización a través de emisoras de radio y televisión locales. La ONG catalana Mestres per Bòsnia (Maestros por Bosnia) llevó a cabo una campaña publicitaria de sensibilización en 2003. El Grup d’Estudis Pedagògics (Grupo de Estudios Pedagógicos) lanzó un libro de cómics titulado Mines antipersonal: l’últim pas (Minas antipersonales: el último paso) con objeto de fomentar la participación de los jóvenes en el tema de las minas, y presentó una exposición y un audiovisual.

En 2003, MxP prosiguió con sus actividades de sensibilización en las escuelas de Barcelona y de municipios cercanos. El 9 de septiembre de 2003, se organizó una conferencia de prensa para lanzar el Informe del Landmine Monitor 2003 (acompañado de una traducción al catalán del Resumen Ejecutivo). MxP también se unió a la Coalición de las Municiones de Racimo.

En años anteriores, las ONG españolas habían emprendido actividades para sensibilizar a la opinión pública, en concreto, sobre la necesidad de prestar ayuda a los supervivientes de minas.


[1] España, por ejemplo, no refrendó hasta más tarde la Declaración de Bruselas de junio de 1997 en favor del Tratado, y durante las negociaciones de Oslo lanzó la propuesta de que las minas antipersonales no se prohibieran en aquellos casos en que la seguridad nacional exigiera lo contrario. El Tratado contaba con un enérgico apoyo por parte de parlamentarios y del público en general. Véase Landmine Monitor Report 1999, pp. 648–650.
[2] «Ley de prohibición total de minas antipersonales y armas de efectos similares», Ley 33/1998, Boletín Oficial del Estado, n.º 239, 6 de octubre de 1998. La ley también prohíbe los sistemas de transferencia de minas.
[3] Véase Landmine Monitor Report 2002, pp. 451-452.
[4] Véanse los informes presentados con arreglo al Artículo 7 en las siguientes fechas: 30 de abril de 2004 (para el año natural 2003); 22 de octubre de 2003 (para el año natural 2002); 7 de junio de 2002 (para el período comprendido entre el 28 de enero y el 31 de diciembre de 2001); 15 de abril de 2001 (para el período comprendido entre el 28 de diciembre de 1999 y el 31 de diciembre de 2000); 15 de diciembre de 1999 (para el período comprendido entre el 1 de julio y el 28 de diciembre de 1999). Por consiguiente, no existe ningún informe para el período comprendido entre el 1 y el 27 de enero de 2001.
[5] Intervención de España, Comité Permanente para la limpieza de minas, la sensibilización con respecto al riesgo que conllevan las minas y las tecnologías para la acción contra las minas, Ginebra, 11 de febrero de 2004.
[6] Entrevista con Luis Gómez Nogueira, Departamento de Seguridad General y Desarmamento, Ministerio de Asuntos Exteriores, Ginebra, 11 de febrero de 2004.
[7] Respuesta gubernamental a la pregunta parlamentaria formulada por el diputado Carles Campuzano, Secretaría de Estado de Relaciones con las Cortes, 30 de abril de 2002.
[8] Véase Landmine Monitor Report 1999, p. 650.
[9] Pregunta parlamentaria formulada por el diputado Carles Campuzano, 31 de julio de 2003.
[10] Respuesta gubernamental a la pregunta formulada por el diputado Carles Campuzano, Diario de Sesiones (publicación oficial), 18 de noviembre de 2003.
[11] Véase Landmine Monitor Report 2001, p. 786, y Landmine Monitor Report 2002, p. 451.
[12] Ley 33/1998, Artículo 1. Véase Landmine Monitor Report 2001, p. 786.
[13] Véase Landmine Monitor Report 2001, p. 787.
[14] Carta del teniente coronel José Quevedo, Dirección General de Política de Defensa, Unidad de Control de Armamento, Ministerio de Defensa, 23 de enero de 2003. España, como presidente de la UE en 2002, también propuso esta cuestión como posición de la Unión; véase Landmine Monitor Report 2002, p. 452.
[15] Véase Landmine Monitor Report 2000, pp. 722–723, y Landmine Monitor Report 2002, pp. 452–453.
[16] Carta del teniente coronel José Quevedo, Ministerio de Defensa, 23 de enero de 2003.
[17] Intervención de España, Comité Permanente para la limpieza de minas, 11 de febrero de 2004. Ello confirmaba declaraciones previas al respecto.
[18] Los cinco tipos de minas antipersonales eran: Expal P-4B, P-4A, P-5, P-5AR (con mecanismo antimanipulación), y P-Salta. Existían cinco empresas de fabricación: Bressel, Explosivos Alaveses (Expal), Explosivos de Burgos, Fabricaciones Extremeñas, y Unión Española de Explosivos. Todas ellas formaban parte del grupo DEFEX (Defensa y Exportación), controlado por el Instituto Nacional de Industria y receptor de subvenciones públicas. Se han encontrado minas españolas en Irak, Mauritania, las Malvinas y Marruecos. Véase Landmine Monitor Report 1999, pp. 650–651.
[19] Informe presentado con arreglo al Artículo 7, Formulario E, 15 de abril de 2001.
[20] Véase Landmine Monitor Report 1999, pp. 650–654; Landmine Monitor Report 2001, pp. 785–786.
[21] Informe presentado con arreglo al Artículo 7, Formularios B, G, 15 de diciembre de 1999. Las existencias originales constaban de cinco tipos: P-5 (597.011), P-4B (163.579), P-5AR (28.700), P-S1A (27.188), y P-S1 (36.808).
[22] Informe presentado con arreglo al artículo 7, Formulario D, 30 de abril de 2004.
[23] Informe presentado con arreglo al Artículo 7, Formulario D, 15 de diciembre de 1999; Intervención de España, Comité Permanente sobre la Situación General y el Funcionamiento de la Convención, Ginebra, 30 de mayo de 2000.
[24] Carta del teniente coronel José Quevedo, Ministerio de Defensa, 23 de enero de 2003.
[25] «La acción contra las minas constituye un componente dinámico de las operaciones para el mantenimiento de la paz, informa el subsecretario general al Consejo de Seguridad», Comunicado de Prensa, Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, 13 de noviembre de 2003.
[26] El Landmine Monitor calcula que las donaciones efectuadas por España para la acción contra las minas ascendieron a un total aproximado de 4,7 millones de dólares entre 1999 y 2003, y de 2,3 millones de dólares entre 1995 y 1998.
[27] En la totalidad de este informe se ha utilizado para 2003 un tipo de cambio de 1€ = 1,1315$, que corresponde a la tasa promedio 2003 de acuerdo con la List of Exchange Rates (Annual), publicada por la Reserva Federal de Estados Unidos el 2 de enero de 2004.
[28] Informe presentado con arreglo al Artículo 7, Formulario J, 30 de abril de 2004 (para el año natural 2003). La donación de 75.000€ a Nicaragua se utilizó en 2003 de una parte del presupuesto para 2002. El gasto total correspondiente a 2002 se ha reducido en consecuencia.
[29] Ibíd., e informe presentado con arreglo al Protocolo II enmendado y al Artículo 13, Formulario F, 7 de noviembre de 2003.
[30] Intervención de España, Comité Permanente para la limpieza de minas, 11 de febrero de 2004.
[31] Informe presentado con arreglo al Artículo 7, Formulario J, 30 de abril de 2004 (para el año natural 2003).
[32] Informe presentado con arreglo al Artículo 7, Formulario J, 22 de octubre de 2004 (para el año natural 2002).
[33] Véanse ediciones anteriores del Landmine Monitor y la base de datos de Inversiones para la Acción contra la Minas, www.mineaction.org, consultada el 4 de junio de 2004. No constaba registrado ningún dato de financiación correspondiente a España.
[34] Véase Landmine Monitor Report 1999, pp. 654–655, y Landmine Monitor Report 2000, p. 725.
[35] Intervención de España, Comité Permanente para la limpieza de minas, 11 de febrero de 2004.
[36] Carta del teniente coronel José Quevedo, Ministerio de Defensa, 23 de enero de 2003. Tipo de cambio 1€ = 0,95$, List of Exchange Rates (Annual), Reserva Federal de Estados Unidos, 6 de enero de 2003.
[37] Intervención de España, Comité Permanente para la limpieza de minas, 11 de febrero de 2004; carta de Manuel Morato Ferro, Ministerio de Defensa, 24 de octubre de 2001.
[38] Véase Landmine Monitor Report 2001, pp. 788–789.
[39] Véase Landmine Monitor Report 2003, p. 436.
[40] Véase Landmine Monitor Report 2001, pp. 788–789.
[41] Informe presentado con arreglo al Artículo 7, Formulario J, 22 de octubre de 2003; informe presentado con arreglo al Protocolo II enmendado de la CAC y al Artículo 7, Formulario E, 11 de octubre de 2002. Véase Landmine Monitor Report 2002, p. 455.